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Toxina botulínica: mitos y verdades sobre su uso estético

La toxina botulínica, más conocida como Botox®, es uno de los tratamientos estéticos más populares del mundo. Usada principalmente para reducir arrugas y líneas de expresión, su eficacia y rapidez de resultados han hecho que sea elegida tanto por mujeres como por hombres que buscan un rejuvenecimiento facial sin cirugía.

Sin embargo, a su alrededor circulan muchos mitos que generan dudas y temores. ¿Deja el rostro sin expresión? ¿Es peligroso? ¿Solo sirve para mujeres? En este artículo, desde Clínica Présage, te contamos cuáles son los principales mitos y las verdades detrás de este tratamiento.


¿Qué es la toxina botulínica y cómo funciona?

La toxina botulínica es una proteína purificada que actúa bloqueando temporalmente la contracción de los músculos faciales responsables de las arrugas dinámicas, es decir, aquellas que aparecen al gesticular (fruncir el ceño, sonreír, levantar las cejas).

Al relajar el músculo, la piel se suaviza y se reducen las arrugas de expresión, logrando un aspecto más descansado y rejuvenecido. Los efectos comienzan a notarse a los pocos días y alcanzan su máximo entre los 7 y 15 días posteriores a la aplicación.


Mitos y verdades sobre la toxina botulínica

Mito 1: “El Botox deja la cara congelada”

Verdad: cuando se aplica de manera correcta por un médico especializado, la toxina botulínica no elimina la expresión, sino que suaviza las arrugas. El resultado debe ser natural, con un rostro relajado, no rígido. El efecto “cara congelada” ocurre cuando se aplica en exceso o sin la técnica adecuada.


Mito 2: “Es peligroso para la salud”

Verdad: la toxina botulínica está aprobada por organismos internacionales como la FDA (Food and Drug Administration) y su seguridad está comprobada. Se utiliza en dosis muy pequeñas y localizadas, tanto en estética como en tratamientos médicos (migrañas, espasmos musculares, sudoración excesiva). Cuando se aplica en un centro especializado como Clínica Présage, los riesgos son mínimos.


Mito 3: “Es doloroso”

Verdad: la aplicación se realiza con agujas muy finas y suele ser bien tolerada. En algunos casos, se utiliza anestesia tópica para mayor comodidad. La mayoría de los pacientes describe la sensación como un leve pinchazo.


Mito 4: “Solo sirve para mujeres”

Verdad: cada vez más hombres recurren a la toxina botulínica para suavizar arrugas y mejorar su imagen profesional y personal. Se trata de un procedimiento unisex, adaptable a las necesidades de cada paciente.


Mito 5: “Los resultados son inmediatos”

Verdad: los resultados no son instantáneos. Comienzan a percibirse entre los 3 y 5 días posteriores y se consolidan hacia la segunda semana. La duración media es de 4 a 6 meses, por lo que se recomienda realizar sesiones de mantenimiento.


Mito 6: “No puedo mover la cara después del tratamiento”

Verdad: la toxina botulínica relaja los músculos, pero no los paraliza por completo. El paciente sigue gesticulando y sonriendo, solo que con arrugas menos marcadas.


Mito 7: “Es lo mismo que el ácido hialurónico”

Verdad: son tratamientos distintos y complementarios. La toxina botulínica actúa sobre los músculos que generan arrugas dinámicas, mientras que el ácido hialurónico rellena, hidrata y devuelve volumen a la piel. Muchas veces se combinan para un rejuvenecimiento integral.


¿Qué zonas se pueden tratar con toxina botulínica?

  • Frente (arrugas horizontales).
  • Entrecejo (líneas verticales de expresión).
  • Patas de gallo (arrugas alrededor de los ojos).
  • Elevación de cejas para una mirada más abierta.
  • Arrugas del cuello y mentón.

Además de su uso estético, también se emplea en medicina para tratar hiperhidrosis (sudoración excesiva), bruxismo o migrañas crónicas.


Cuidados posteriores

Después de la aplicación, los cuidados son simples pero importantes:

  • No masajear ni presionar la zona tratada durante 24 horas.
  • Evitar la actividad física intensa y el calor excesivo (saunas, solárium) en las primeras 48 horas.
  • No recostarse ni dormir boca abajo durante las 4 horas posteriores.
  • Seguir las indicaciones del médico y acudir a controles de seguimiento.

¿Por qué elegir Clínica Présage?

En Clínica Présage contamos con profesionales médicos especializados en estética que aplican la toxina botulínica con técnicas modernas y seguras. Utilizamos productos aprobados por autoridades internacionales y adaptamos cada tratamiento a las características faciales del paciente, logrando resultados naturales y armónicos.


Conclusión

La toxina botulínica es un tratamiento seguro, eficaz y versátil para quienes buscan rejuvenecer su rostro sin cirugía. Muchos de los temores que circulan son mitos: cuando se aplica correctamente, los resultados son naturales, respetan la expresión y mejoran notablemente la apariencia.

En Clínica Présage ofrecemos este procedimiento con un enfoque profesional y personalizado. Si querés suavizar arrugas y recuperar la frescura de tu rostro, consultanos: tu belleza y tu seguridad están en manos confiables.

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